Masa de pizza
Tomate
Queso rayado
Mozzarella
Albahaca
Anchoa del Cantábrico MSC en aceite de oliva
Aceite
Comenzamos con la masa de la pizza. Puede ser masa casera o podemos comprarla ya hecha en una panadería o supermercado.
Una vez la tengamos la masa, extendemos el tomate frito por toda la superficie y metemos la pizza al horno unos 5 minutos a 250º C.
Tras ello, rayamos el queso parmesano, lo espolvoreamos hasta cubrir toda la base de la pizza y añadimos la mozzarella. Horneamos de nuevo unos 7 minutos.
Colocamos la albahaca y las anchoas con cuidado. Gracias al calor de la pizza recién horneada, estos dos ingredientes se atemperarán sin necesidad de hornearlos. En el caso de la anchoa, es muy importante hacerlo así, ya que si las pasamos por el horno perderán parte de su sabor y textura. Se trata de un ingrediente listo para consumir desde que lo sacamos del tarro.
Para terminar, aderezamos con una pizca de aceite sobre toda la superficie y… ¡lista para disfrutar!
Mmmmm… ¡Tunicioso!