¿Por qué es importante el pescado azul en la alimentación?

Es de sobra conocido que el pescado azul, entre el que podemos encontrar el bonito y el atún, constituye una parte importante en una dieta sana y saludable. ¿Sabemos por qué?

Lo primero que debemos conocer es su diferencia esencial con el pescado blanco: la cantidad de grasa. El blanco contiene alrededor de un 2%, mientras que el azul se compone de entre un 5 y un 10%. Esta grasa, insaturada y por lo tanto saludable, es más conocida como Omega 3.

¿Cuáles son los beneficios del pescado azul en la salud?

• La primera y posiblemente más relevante razón para tomar pescado azul es su utilidad para prevenir y reducir el cáncer. No sólo disminuye el riesgo de metástasis, sino que, según un estudio de la Universidad de Zhajiang (China) publicado por el British Medical Journal, previene la formación de tumores de pecho. Esto se debe a que el Omega 3 inhible la acción de los estrógenos, principales causantes de este tipo de tumores. 
  Este alimento previene también, en menor medida, el cáncer de colon y de próstata.

• Otra razón para tomar pescado azul es su gran aportación de proteínas (más saludables que las de las carnes rojas): un 27% de su carne es pura proteína, es decir: una lata de 100 gr. de bonito nos aporta unos 27 gr. de proteínas, lo que supone aproximadamente la mitad de la CDR (cantidad diaria recomendada para una alimentación saludable).

• La prevención de enfermedades cardiovasculares es otro de los grandes beneficios del consumo regular de estos pescados. El Omega3 ayuda a disminuir la concentración de colesterol y triglicéridos, reduciendo su acumulación en las arterias, evitando trombos y mejorando considerablemente la circulación sanguínea.

• También supone una gran fuente de minerales. Las cantidades de calcio, yodo y magnesio que contiene ayudan, respectivamente, a prevenir la osteoporosis, al buen funcionamiento de la glándula tiroides (responsable de gran parte de las funciones corporales), y a la correcta actividad de los sistemas muscular y nervioso. 

• Por último, este pescado también nos aporta diferentes vitaminas de los tipos A, B y D, reforzando la resistencia frente a infecciones y propiciando la correcta absorción del calcio.

Como podemos ver, comer atún o bonito 2 o 3 veces por semana puede suponer una notable mejora en nuestra salud, y, según la Escuela de Salud Pública de Harvard, alargar la esperanza de vida en 2.2 años.

Debemos conocer nuestras necesidades nutricionales y elegir el modo más apropiado de comer bonito y atún. Por ejemplo, para las personas con hipertensión, es perferible consumir frescos, congelados, o conservas al natural. Estas últimas también están recomendadas para deportistas, ya que la mayor parte del producto es proteína y apenas contiene grasa, debido a que no ha sido conservado en aceite. 

En cambio, en las dietas con más necesidad de Omega3, la mejor opción es la conserva de atún o bonito en aceite de oliva, ya que este conservante, además de ser un poderoso antioxidante, proporciona una dosis extra de este tipo de grasas saludables.

Por supuesto, es importante combinar una adecuada alimentación con un estilo de vida saludable y activo.