Si la semana pasada os hablábamos de los beneficios del pescado azul en la alimentación, hoy vamos a aplicarlo a un ámbito más concreto: los deportes de montaña.
En estas fechas en las que tanto disfrutamos de las posibilidades deportivas que los montes nevados nos ofrecen, el frío y los grandes esfuerzos que realizamos nos suponen un gasto energético mucho más elevado que otros deportes realizados a temperatura ambiente. Estas actividades, generalmente de larga duración y alta intensidad, requieren una dosis extra de hidratos de carbono, grasas saludables, proteínas, calorías y, por supuesto, hidratación.
El pescado azul, como el bonito del norte o el atún, supone una importante fuente de proteínas (25%), calorías y grasas saludables (Omega 3), aunque no de hidratos de carbono, por lo que es recomendable combinarlo con alimentos ricos en carbohidratos. El plato ideal sería un bocadillo de atún o pasta con bonito. Si el gasto energético es elevado y necesitamos una dosis extra de proteína y grasas saludables, podemos mezclar el atún con mayonesa de aceite de oliva, un ingrediente proteico y rico en grasas Omega 3.
Teniendo en cuenta estas necesidades nutricionales, te proponemos esta rutina alimentaria para una jornada en la montaña. Por supuesto, tu dieta dependerá de tus características físicas y del gasto energético que supone cada deporte. Si te dedicas a ello de forma profesional o muy contínua, te recomendamos visitar a tu nutricionista para que te realice una dieta personalizada.
Otra gran ventaja del consumo del pescado azul es su facilidad de transporte. Las conservas, especialmente en lata, suponen un envase práctico, compacto y cómodo para llevar a cualquier lugar, detalle muy importante a la hora de viajar con el equipaje a la espalda.
Guarda tus conservas Campos en la mochila, ¡y disfruta de la montaña!
Fotografía: Jamie McCaffrey