¿Cómo es la pesca del Bonito del Norte?

Desde hace siglos, el Bonito del Norte ha sido capturado históricamente con pocos más medios que la fuerza y destreza de los pescadores y sus embarcaciones. En esta entrada os contamos las claves para conocer un poco más acerca de la pesca del Bonito del Norte.

El bonito es un excelente nadador, muy ágil y rápido, así como un gran depredador de peces. Estas cualidades dificultan su pesca, por eso se requieren pescadores con una amplia experiencia y gran técnica. El bonito del norte se caracteriza por habitar en zonas oceánicas ricas en plancton. Esta especie migratoria, llega al Cantábrico desde las Azores a finales de primavera en busca de alimento y se queda durante todo el verano. 

A través de esta migración la especie busca un lugar favorable. Inicia su entrada a la Península por el noreste dividiéndose, posteriormente en dos zonas, una de ellas el mar Mediterráneo, mientras que la otra, la más voluminosa, recorre durante primavera y verano toda la costa Cantábrica. Por lo tanto, es un pez de aguas no muy frías, que vive en profundidades medias, aproximadamente a unos 100 metros de profundidad. La costera llega a su fin una vez agotada la cuota asignada a esta especie, normalmente en agosto, pudiéndose alargar hasta octubre en algunas ocasiones.

Procedimientos para la pesca del Bonito del Norte

Existen dos artes de larga tradición para pescar túnidos. En concreto, para el Bonito del Norte, las técnicas de pesca se llevan a cabo con caña y anzuelo, aunque lo primero de todo es detectar y localizar el cardumen.

- Método del cebo vivo: Esta técnica tradicional y artesanal se ha mantenido prácticamente intacta durante los años, a pesar del avance tecnológico este sistema de pesca apenas se ha modificado.
Actualmente, se utiliza generalmente en Cantabria y el País Vasco. Permite capturas mayores, pero también requiere tripulaciones de entorno a quince o dieciséis personas. Tras pescar los peces que se utilizarán como cebo vivo (anchoas o verdeles), el atunero se dispone a buscar el banco de bonitos del Norte. Una vez localizado, se coloca encima, inmóvil. Mientras se lanza el cebo al mar, se dirigen también chorros de agua para, por un lado, darle movimiento y simular una superficie llena de peces, y por otro lado ocultarles parcialmente el barco y los pescadores. Cuando el bonito pica, se levanta a mano, mediante carretes. En el caso de los ejemplares más difíciles de izar, otro pescador ayuda a subirlo con un bichero (un largo palo con un garfio metálico en su extremo). 

- Método de cacea o curricán: Corresponde a una de las técnicas más antiguas de pesca del bonito del Cantábrico. Este método de pesca se realiza con el atunero en movimiento, se basa en el arrastre del aparejo. Se despliegan largas perchas en cuyos extremos se coloca cebo artificial, generalmente rapalas, señuelos de pesca de colores llamativos y brillantes. Una vez los bonitos pican, se izan a mano o con carretes. Hoy en día se sigue pescando de esta forma y lo hacen principalmente pescadores de Galicia y Asturias.  

Técnicas de pesca no respetuosas con los mares 

Cuando nos referimos a técnicas de pesca destructivas, nos referimos a la sobreexplotación de especies y pesca no selectiva, que destruye nuestros fondos marinos. Los dos procedimientos mencionados en el punto anterior, además de mejorar la calidad del pescado, aseguran la sostenibilidad de los caladeros y la conservación de los recursos marinos. 

La pesca de arrastre, es considerada una técnica de pesca insostenible. Estas son grandes redes con forma cónica que pueden llegar a alcanzar las dimensiones de un campo de fútbol. Este procedimiento se encarga de arrastrar todo lo que se encuentra en el fondo del océano, atrapando y destrozando todo por su paso. Entre el 30% y el 60% de lo que se pesca no es la especie objetivo. En España, la flota de arrastre únicamente supone un 6% de la pesca marina, predominando la pesca artesanal con un 80%. 

El uso de explosivos y venenos también es considerada una técnica nada sostenible. Esta destruye el hábitat marino, y aunque pueda parecer mentira, en algunas zonas del mundo se sigue utilizando, como en el Sureste Asiático. Por otro lado, la pesca fantasma es el resultado del arrojo inconsciente de residuos utilizados para la pesca como redes, anzuelos o sedales, provocando la muerte de multitud de especies marinas.

Únicamente un modelo de pesca 100% sostenible asegura un futuro para los océanos. En 2013 nuestro país firmó la Política Pesquera Común (PPC) y los Estados miembro tienen 10 años para aplicarla. Esta política tiene como objetivo garantizar que las actividades en el sector pesquero sean sostenibles a largo plazo desde el punto de vista medioambiental. 

En Campos, nuestros arrantzales se aseguran de realizar una pesca sostenible y responsable en la extracción del Bonito del Norte y del resto de especies. No en vano fuimos la primera conservera en obtener el sello MSC, que asegura que nuestros productos, pescados y mariscos, han sido capturados de manera sostenible, preservando los recursos marinos y siguiendo procesos que garantizan la mayor calidad.