La elaboración de los filetes de anchoa para su posterior conservación en tarros o latas es un delicado trabajo que continúa realizándose hoy en día de un modo básicamente artesanal, a pesar de los grandes avances tecnológicos de los que disponen las conserveras.
La temporada de pesca de la anchoa tiene lugar entre los meses de marzo y junio. Tras su captura, se comienza con su proceso de salado que durará entre 1 y 3 días y dará paso a su posterior prensado. A continuación es preciso dejarla reposar al menos seis meses hasta que adquiere el color y aroma idóneos.
Transcurrido este plazo, se centrifuga para extraer el salitre, se abre, se limpia retirando su espina central y se extraen los preciados lomos, que se limpian y recortan antes de ser envasados y cubiertos en aceite de oliva.
La anchoa del Cantábrico Campos es un tesoro gastronómico, delicioso y saludable, tratado con la máxima delicadeza y elaborado artesanalmente para proporcionar al comensal un placer indescriptible.
Nuestro consejo para disfrutarla en su máxima expresión es escurrirla del aceite en el que se ha conservado y acompañarla en el plato con aceite de oliva virgen extra y un trozo de pan.
¡Que aproveche!